
El gas nos brinda comodidad y bienestar, pero una instalación en mal estado puede ser un peligro silencioso. Un escape de gas o una mala combustión pueden generar intoxicaciones, incendios o explosiones.
Señales de alerta que no debés ignorar:
🔹 Olor a gas: El gas natural tiene un olor fuerte para que podamos detectarlo fácilmente. Si lo sentís, no enciendas luces ni artefactos, ventilá y llamá a un gasista matriculado.
🔹 Llama amarilla o naranja: La combustión debe ser azul. Si no lo es, tené mucho cuidado, puede estar produciendo monóxido de carbono, un gas mortal e inodoro.
🔹 Ventilaciones tapadas: Si las rejillas o los conductos de escape están obstruidos, podés estar acumulando gases tóxicos sin darte cuenta.
🔹 Mangueras o conexiones deterioradas: Si ves rajaduras o corrosión en las cañerías, no lo dejes pasar.
¿Cada cuánto tiempo tengo que hacer un control de gas?
👉 Una vez al año: Un gasista matriculado debe revisar la instalación, conexiones y artefactos para asegurarse de que todo funcione bien.
👉 Antes de mudarte: Si alquilás o comprás una vivienda, pedí un chequeo de la instalación. No des por sentado que está en buen estado, los accidentes ocurren justo cuando menos los esperas.
👉 Controlá los cambios en el consumo: Si tu factura subió sin razón, puede haber pérdidas en tus instalaciones.
Consejos para mantener tu hogar seguro
✔ Mantené siempre ventiladas las áreas con artefactos a gas.
✔ Revisá o hacé controlar que las conexiones y mangueras no tengan pérdidas ni desgaste.
✔ Nunca uses el horno o las hornallas para calentar ambientes, esto es muy peligroso.
✔ Contratá solo gasistas matriculados para hacer cualquier reparación o instalación.
¿Hace cuánto tiempo no revisás tu instalación de gas?
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